Que ilusión por fin podemos compartir con vosotros una boda de la pasada temporada que nos hizo una ilusión muy especial, la boda de Laura y Luis.
Tanto para Casa de Oficios como para el Laurel Catering y L’artelier quienes se encargaron formando el tándem perfecto de toda la boda, conocen a los novios desde hace mucho tiempo sobre todo a Luis y su familia, por eso ver que en uno de los días más importantes en la vida que persona a las que tenemos un especial cariño nos elijan para acompañarles en este día tan especial, es sin duda para nosotros el mejor regalo.
Laura y Luis se casaron en la iglesia de Torrelaguna en una ceremonia religiosa preciosa y super emotiva. Una de las cosas que más gusto fueron los misales que dieron a cada uno de los invitados con todas las lecturas de la ceremonia y con una medallita colgando como recuerdo de la boda.
Laura eligió un diseño de Rosa Clará ajustado a la cintura, escote en pico con un aire muy ligero y vaporoso. Todo un acierto 😉 estaba guapísima!!!
Una vez llegaron a la finca los novios dieron un paseo precioso mientras el fotógrafo se encargaba de capturar esos momentos cómplices, después de los nervios de la ceremonia y antes de pasar a la celebración con todos sus invitados.
Después del reportaje de los novios, se paso a las fotos de familia en la que todos estaban guapísimos. En este caso la madrina madre de Luis espectacular con mantilla y un diseño en color gris perla, al lado de Jaime y Chun los hermanos de Luis sin olvidarnos por su puesto de Luis padre que eligió el uniforme de gala del ejercito de tierra al igual que algunos de los invitados.
A la llegada los invitados eran recibidos con refrescos, vino y cerveza. Pero para esta ocasión en el Laurel Catering decidieron darle un toque más especial con un bodegón de vinos en el que cada invitado podía elegir que vino prefería, una barra de cocktails y su original bici de cervezas.
El protocolo de mesas, en el que los invitados podían buscar el lugar que los novios habían elegido para cada uno de ellos, fue obra de L’artelier quien se encargo de toda la decoración y de la boda mientras que las flores fueron obra de Búcaro.
Las mantelerías elegidas fueron doradas en seda con cubre mantel de organza. Todas las mesas eran redondas menos la mesa presidencial en la que los novios se sentaron junto a sus padres, abuelos, familiares más cercanos y el sacerdote que oficio la ceremonia.
Luli la madre de Laura, en uno de sus viajes compro unos jabones artesanales que regalo a cada uno de los invitados.
La minuta fue un regalo de Fina, una amiga de la familia que dibuja de maravilla y decidió hacerles este bonito regalo del dibujo de la finca para que las minutas en las que cada invitado podía ver el menú que los novios habían elegido.
Los centros de mesa eran centros altos y bajos intercalados y en cada mesa unos marquitos decapados en color blanco, con nombres de playas de Cádiz, lugar de veraneo de los novios.
Una de las cosas que más alegres de las bodas son los niños, y en esta boda había muchísimos ya que Luis es el primo mayor, por lo que todos los peques de la familia estaban emocionados ante la primera boda para muchos de ellos.
Las niñas iban vestidas con trajes de Luli, madre de Laura que tiene una firma de moda infantil y corona de flores de Búcaro.
Una vez termino la cena empezó una de los momentos más esperados y que ilusión les hacia a los novios. El grupo «La banda de Fesser» amigos todos de Luis, les dieron un concierto en directo para sorpresa de todos los invitados.
Bueno espero que os haya gustado la boda de hoy. Nosotros una vez más queremos dar la enhorabuena a Luis y Laura desearles lo mejor del mundo y agradecerles que nos eligieran para compartir su boda con nosotros!
