En Casa de Oficios podemos prometerte unas vistas impactantes, unos jardines cuidados hasta el mínimo detalle, espacios interiores donde sentirte a gusto, e incluso la posibilidad de personalizar la finca a tu manera. Pero no podemos garantizar que no tendrás una boda con lluvia.

Los caprichos del tiempo no se sufren solo en los meses más fríos y, aunque dejamos atrás el otoño y el invierno, las dos estaciones donde es difícil plantearse una boda al aire libre; en primavera también pueden acercarse las nubes a visitarnos.

En una fecha tan especial no deberías preocuparte por los detalles y, para tener esa tranquilidad, merece la pena tenerlo todo previsto desde la etapa de planificación. Cuatro gotas de nada no deberían cambiar ni un ápice tus planes.

¿Quieres saber cómo poner al mal tiempo buena cara incluso con una boda con lluvia?

Boda con lluvia: cómo tenerlo todo bajo control

La web de información meteorológica seguramente estará ya guardada en tu pestaña de favoritos. Es algo muy normal en las semanas previas al gran día. Hay novias que también se acercan a las Clarisas a llevar huevos, con la esperanza de evitar la temida boda con lluvia.

Lo habitual es que haya un sol radiante, aunque, si al consultar la información del tiempo en las semanas previas a la fecha escogida ves que aparecen nubes en el horizonte, tampoco hay que preocuparse.

Planear con anticipación la lluvia el día de la boda asegurará que todo funcione sin problemas. Y, por eso, aquí hemos recopilado algunas recomendaciones que pueden sacarte a flote incluso en la situación meteorológica más adversa.

Entre los mejores consejos para prepararse para una boda con lluvia se encuentran los siguientes:

  1. Tener listo un plan B. ¿Cuántas semanas faltan para tu boda? ¿Cuatro? ¿Diez? No importa la antelación, ya puedes empezar a redactar tu Plan B. Habla con tu wedding planner lo antes posible para dejar cerrado este tema. Nunca se sabe qué vueltas puede dar el tiempo en el día de tu boda, así que prepárate para cualquier cosa ya que, tenerlo todo controlado, hará que cualquier imprevisto sea menos estresante. No quieres una boda con lluvia, eso está claro, pero tu ilusión es celebrar el sí quiero al aire libre. No hay problema, asegúrate de alquilar una carpa. Además, si crees que para desplazarse del lugar de la ceremonia a donde se degustará el menú de bodas los invitados podrían necesitar paraguas, tenlos listos. Pueden incluso personalizarse para que estén en línea con los colores predominantes en la decoración o con la temática de la boda y, si al final tienes un día de calor, sin rastro de nubes, se pueden emplear para resguardarse del sol.

2. Tomárselo con humor. Si piensas que existen muchas probabilidades de terminar celebrando una boda con lluvia, usa ese motivo para inspirar tus accesorios. Es posible que ya tengas algunos accesorios planeados para tu traje de novia: un cinturón deslumbrante o una corona de flores… Pero eso no significa que no puedas añadir alguno más. Si sabes que lloverá el día de tu boda, invierte en un par de botas de agua y algunas más, al menos para las damas de honor. Busca colores combinados o potencia el contraste con el tono de los vestidos que llevaréis. También puedes hacer un guiño al tema de tu gran día y escoger modelos estampados con flores (quedarían perfectas para una boda romántica), globos aerostáticos (ideales para una boda inspirada en los viajes) o peces (la combinación idónea para una boda de estilo marinero).

3. Preparar todo lo necesario. Si se anuncia una boda con lluvia, la mayoría de invitados llegarán con paraguas. No obstante, siempre hay gente más despistada, que se lo han dejado en casa, otros a quienes se les ha olvidado consultar la página de información meteorológica y, por supuesto, los optimistas, que confiaban en que, al final, se podrían evitar las gotas. No pasa nada, para eso estás tú al frente de la planificación. Prepara protectores de calzado, chubasqueros desechables o paraguas y disponlos en puntos estratégicos de Casa de Oficios. Un buen lugar es el punto donde se recibe a los invitados y otro puede ser cerca de la zona de la ceremonia. Para el lugar donde se sirvan los aperitivos, si no has preparado una gran carpa para la degustación del menú, se podrían instalar varias pérgolas con capacidad para resguardar a los diferentes grupos de invitados. Otra opción es prepararlo todo para moverse a un espacio interior, algo que puedes acordar con el servicio de catering.

Ofrecer información adicional a quienes se desplazarán ese día para acompañarte. Si el clima es malo el día de tu boda, puede haber quien lo desconozca, por ejemplo, esos amigos o familiares que llegan desde otro país. Asegúrate de mantenerles bien informados, por ejemplo, mediante la web de la boda, donde puedes ir enlazando con las actualizaciones meteorológicas, para que todos sepan qué esperar y lleguen preparados, caso de que se confirme que se tratará de una boda con lluvia.

4. No estresarse. Puede parecer una locura, pero la lluvia en el día de tu boda puede ser realmente increíble. Te da la posibilidad de obtener fotografías diferentes, tener una recepción súper acogedora y quizás infundir un poco de suerte a tu celebración. Entonces, en lugar de que cuatro gotas te preocupen, haz que conviertan tu gran día en una jornada realmente especial, donde no pares de sonreír y contagiar tus buenas vibraciones a todo el mundo.

Por último, no te olvides que puedes convertir tu boda con lluvia en la celebración más acogedora, gracias a la elección de la propuesta de catering. Sustituye las aguas aromatizadas por tés e infusiones con propiedades y asegúrate de que no falta un caldo entre las propuestas de aperitivo, ni un chocolate caliente para la recena. Conquistarás a todos con tu visión y tu optimismo.